¿Cómo saber si mi negocio trabaja adecuadamente? ¿Qué puedo optimizar de mi producción y reparto? ¿Cómo organizo mi presupuesto? ¿Cuál es la mejor forma de gestionar mi almacén? ¿Vendo lo suficiente? ¿Cómo están mis finanzas? ¿Qué piensan de mi servicio los clientes? ¿Qué equipo requiero?, etc.

Todas estas preguntas son ejemplo de lo que, a diario, le preocupa a dueños y responsables de empresas acerca de todos los procesos que tienen que ver con su operación. De hecho, muchas veces, para resolverlas confían en su “buen juicio” para definir lo correcto para su negocio; sin embargo, hace falta más que eso para obtener una respuesta precisa. Se necesita de tecnología que permita establecer inteligencia comercial que lleve a una mejor toma de decisiones.

Este es un concepto que refiere cómo una empresa reúne información relevante, a través de herramientas digitales, y la transforma en conocimiento para la toma de decisiones sobre toda su operación, o bien, para un área o actividad en particular. Por ejemplo, en el caso que abordaremos, sirve para conocer cómo se gestiona un almacén, de qué forma se definen las rutas de venta o hasta cuánto tiempo llevar atender los pedidos y entregas a clientes.

Sobre ello, hace ya algunos años, cuando la inteligencia comercial requería de muchos recursos humanos y tecnológicos, se le relacionaba -exclusivamente- con las grandes compañías. Sin embargo, conforme ha avanzado el tiempo y se ha diversificado el mercado con otro tipo de negocios (más especializados y pequeños), este concepto se ha automatizado hasta alcanzar niveles nunca vistos.

Por eso es que existen, actualmente, muchas alternativas de software y soluciones digitales (como las que desarrollamos en Wecon) capaces de reunir información para la toma de decisiones en las empresas; así, sin importar su giro o tamaño, obtienen gran cantidad de datos para aumentar su presencia en el mercado. Esto, por supuesto, es una enorme ventaja en un panorama económico tan complicado como el que hoy vivimos.

Sin embargo, implementar la inteligencia comercial en un negocio tiene otros beneficios; y, para el caso de empresas que la aplican en sus procesos de gestión de almacén, distribución o venta en ruta supone, también, importantes factores para ganar competencia en el mercado. Algunas de ellas son:

• Proporciona respuestas rápidas a preguntas críticas: la inteligencia comercial permite obtener información a fin de dar orden a la operación de un negocio y resolver problemas que puedan presentarse. Así, es posible contar con datos inmediatos de ventas, clientes, planeación de rutas, almacén, vendedores, etc. Todo para responder a situaciones que requieren una resolución rápida para la operación.
   
• Capacita a los colaboradores: A su vez, usar esta tecnología convierte al personal del negocio en un tomador de decisiones. Esta característica es especialmente útil para las pequeñas empresas que trabajan con un mínimo de recursos humanos; o también, para planeadores de ruta, gestores de almacén o vendedores.
   
• Ahorra tiempo: el software de inteligencia comercial hace, de forma rápida y sencilla, la clasificación y gestión de información. Todo automáticamente permitiendo así que el personal ocupe su tiempo en otras tareas operativas.
   
• Identifica áreas de reducción de costos: Las pequeñas empresas suelen operar con presupuestos limitados, lo que a veces llevar a diseñar un presupuesto inteligente. Esta tecnología ayuda a planificar mejor los gastos, mejorando así la transparencia de las finanzas.
   
• Sus resultados son más fáciles de entender: muchas plataformas de inteligencia comercial se apoyan de interfases amigables y características visuales avanzadas, que permiten acceder a la información para interpretarla de manera sencilla.

Además, no hay que olvidar que este tipo de software permite promover la cooperación de todo el equipo de trabajo. Al final, su uso da acceso a datos importantes de la empresa para utilizarlos, en tiempo real, y para incrementar el conocimiento acerca de su operación. Además, este tipo de tecnología puede adaptarse a las necesidades particulares de cada negocio.

Con todo queda claro por qué la inteligencia comercial se convierte, poco a poco, en un elemento fundamental para cualquier empresa. Obtener información, en tiempo real y a través de la tecnología, brinda la capacidad de una mejor toma de decisiones para dar una rápida respuesta, tener un presupuesto óptimo y ofrecer una mejor atención. Todo para hacer diferencia y destacar en el mercado.